Aunque soy un consumidor informado y responsable, he de confesar que hasta hace un par de años vivía en la ignorancia en lo que a números de teléfono se refiere. Pensaba que si empezaban por novecientos, eran de pago siempre, y no es así. Los que empiezan por 800 y 900 son totalmente gratuitos, a diferencia de los que empiezan por 901, que pagas una parte; 902, que pagas todo; o 803, 806, 807 y 905, que pagas mucho. Ahora los conozco bien todos (enlace a OCU Información).
Y los conozco gracias a una compañía de energía de cuyo nombre no quiero acordarme, que me tuvo llamando a un 902 varios años, hasta que les canté las cuarenta con la ley en la mano. Y es que, precisamente, las compañías de luz y gas son las únicas que están obligadas por ley a ofrecer números de teléfono alternativos a los 901 y 902, pero, pese a ello, suelen exhibir en sus páginas web únicamente los números de pago, y no los alternativos de tarificación nacional.
El caso es, una vez más, hice lo que debe hacer un consumidor cuando detecta que le están tomando el pelo: reclamar.
El artículo 45.1, L, de la Ley 54/1997 del sector eléctrico (con redacción en Real Decreto Ley 13/2012) obliga a las compañías de gas y luz a disponer de teléfonos de atención al cliente gratuitos.
Tras mi reclamación a la compañía y una denuncia en Consumo, no conseguí que me devolvieran el dinero tirado de más en números 902, pero sí logré que a la compañía se le obligara por ley a mostrar en un lugar destacado de su web sus números gratuitos, y no los 902. Así que, al menos, el resto de clientes dejó de regalar dinero en llamadas a esa compañía de electricidad.
Mucho más cuidado hay que tener con los números 803, 806, 807 y 905, que corresponden a servicios para adultos, entretenimiento, servicios profesionales y televoto. Si te piden que llames a uno de estos números, es mejor buscar alternativas o acabarás despellejado en tu afán por informarte.
Números de estos se utilizan, por ejemplo, en una práctica fraudulenta consistente en enviarte un mensaje cualquiera y solicitarte que, si quieres ampliar información, lo hagas llamando a un 806. En estos casos, directamente no lo hagas, porque es un timo. Hay soluciones para dejar de recibir esas comunicaciones fraudulentas (La lista Robinson y cómo utilizarla)
Publicado en Blog 20minutos el 13-02-15:
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