El recibo de la luz es un quebradero de cabeza constante para muchas familias. Y no es para menos últimamente ha subido en varias ocasiones y además se vio afectado por la subida del IVA del 18 al 21 por ciento. Así, acumula un gran aumento en los últimos años y se estima que va a seguir subiendo en los próximos meses. Las últimas subidas de la luz nos obligan a estar cada vez más atentos al recibo para ahorrar todo lo que podamos y combatir las subidas. Hay muchas cosas que podemos hacer para optimizar la factura de la luz, como bajar la potencia contratada o contratar la discriminación horaria, y todas ellas os explicamos detalladamente a continuación…
Ante estas continuas subidas, que no tienen visos de parar ya que las eléctricas reclaman al Gobierno que acabe con el multimillonario déficit de tarifa, es el momento de saber en qué partidas podemos recortar el gasto de nuestra tarifa al máximo. Y para ello, te ofrecemos algunos sencillos consejos.
Para empezar, hay que comparar entre las distintas compañías, para ello recomendamos el comparador de la luz oficial de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en el que se basan la gran mayoría de los que podréis encontrar en Internet. Desgraciadamente el sector eléctrico no es como otros, donde usando un comparador de seguros puedes ahorrar fácilmente varios cientos de euros. El sector de la energía está muy regulado, es muy completo y no se puede afirmar con rotundidad que exista auténtica competencia, por lo que el comparador apenas te mostrará grandes diferencias de precio, aunque sí te ayudará a encontrar la mejor tarifa.
Si te decides a cambiar, lo primero que debes tener en cuenta es que el cambio de compañía de luz o de gas es totalmente gratuito y no se suspende el suministro, así que no debes temer por eso.
Revisa y entiende la factura de la luz
Lo primero que debemos hacer antes de tomar medidas es revisar y entender bien la factura de la luz. De esta forma obtendremos información vital sobre dónde podemos ahorrar.
Con el objetivo de simplificar al máximo la factura de la luz y permitir así que los consumidores conozcan de primera mano el consumo que realizan, a partir del mes de julio el modelo de la factura de la luz cambió de forma radical, presentando un formato más simplificado y sencillo. Sin embargo a pesar de esta modificación, muchos consumidores todavía tienen problemas para entender los distintos conceptos que aparecen en la factura de la luz.
Ahora que ya te has familiarizado con la factura de la luz, te contamos más detalles relevantes del sector eléctrico español y sus particularidades. Según datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), el regulador de la competencia español, el 37,48% de lo que pagamos es lo que realmente consumimos, el 21,38% son impuestos y 41,14 restante serían los famosos peajes (datos correspondientes al primer trimestre de 2013 para usuarios con una potencia contratada de menos de 10 Kilowatios). Es importante tener esto en cuenta porque significa que lo que consigamos ahorrar en el consumo de luz con trucos de ahorro solo afecta al 37% de la factura, el resto es el término fijo.
Según el gran regulador de la competencia, de cada 100 euros que pagamos, unos 37 euros se corresponden con la electricidad que gastamos, los impuestos suponen 21,38 euros y no considera impuestos a los “peajes”, por los que estaríamos pagando 41 euros de cada 100 de la factura de la luz.
La potencia contratada, dentro de la parte fija de la factura de la luz, y la moderación en el consumo son las grandes claves para ahorrar en electricidad.
Dentro de la parte fija de la factura, por la que pagamos el 62,52% de la factura, se incluye la potencia contratada, que subió mucho en la última reforma éléctrica, y que es, junto al ahorro en el consumo, la otra gran clave para ahorrar, como explicamos a continuación
Cómo bajar la potencia contratada
Una de las alternativas para ahorrar en el recibo de la luz consiste en rebajar la potencia que tenemos contratada, ya que como hemos visto el 60% del importe de la factura se refiere a los «peajes», donde se encuentra la potencia que tenemos contratada. Ajustar bien la potencia contratada, según la OCU, que puede traducirse en un ahorro de hasta 300 euros anuales. Por cada kw de potencia que reduzcas, ahorrarás unos 35,6 euros al año. Y en los hogares en los que se pueda rebajar el término de potencia a menos de 3kw, se pueden acoger al bono social, aún más barato.
Ajustar bien la potencia contratada puede traducirse en un ahorro de hasta 300 euros anuales. Por cada kw de potencia que reduzcas, ahorrarás unos 35,6 euros al año.
Para saber qué potencia tienes contratada debes mirarlo en cualquiera de tus facturas de electricidad, ahí verás la potencia. De cara a buscar un ahorro, debes saber qué potencia necesitas realmente. Para ello las eléctricas cuentan con calculadoras de potencia en sus páginas web. Las de Endesa o E.on parecen más completas que la de Iberdrola, pero cuidado al usarlas, ya que hemos realizado la misma búsqueda y nos ha dado resultados dispares y la única forma realmente fiable es hacer mediciones reales con diversos aparatos de medición que existen en el mercado. Y doble cuidado, porque si nos pasamos rebajando la potencia contratada nos acabarán saltando los plomos constantemente si conectamos demasiados aparatos a la vez, de forma que es vital conocer bien qué potencia contratada real necesitamos. Además hay que tener en cuenta que si nos pasamos bajando la potencia, puede que para volver a subirla incurramos en gastos, ya que la eléctrica nos podría cobrar un recargo.
La tarifa de discriminación horaria
Existe otra forma de ahorrar: la tarifa de discriminación horaria. Pese a que esta tarifa podía llegar a ahorrarnos hasta 200 euros al año, no son muchas las familias que la conocen y la tienen contratada porque apenas se le da publicidad. La tarifa con discriminación horaria es muy parecida a la antigua tarifa nocturna. Tras contratarla, permite obtener mejores precios por kWh consumido en unos horarios que se consideran valle. En esas horas, el ahorro es del 47%, pero esta tarifa también tiene sus inconvenientes, puesto que el precio por kWh en las hora punta aumenta en un 35%, así que es clave aprovechar bien las horas valle.
La tarifa de discriminación horaria, la antigua tarifa nocturna, nos permite ahorrar un 35% si consumimos electricidad en determinados horarios
El horario en hora punta sería de de 12 a 22 horas en invierno y de de 13 a 23 horas en verano. Las horas valle de la tarifa con discriminación horaria son de de 0 a 12 y de 22 a 24 horas en invierno y de de 0 a 13 y de 23 a 24 horas en verano. Los cambios de horario coincidirán con la fecha del cambio oficial de hora. Se calcula que si haces un 30% de tu consumo en horario valle, la tarifa de discriminación horaria ya compensa.
Trucos de ahorro: reduce el consumo de luz
Por supuesto, debemos intentar evitar ciertos hábitos que aumentan el consumo e inflan nuestra factura. Por ejemplo, apagar todos los electrodomésticos y no dejarlos en ‘stand-by’ puede llegar a ahorrarnos hasta 30 euros al año. Otro buenos trucos de ahorro serían apagar el horno o la vitrocerámica un poco antes de terminar de cocinar y aprovechar así el calor residual para terminar la cocción o desconectar los cargadores del móvil cuando no estén en uso.
Para ayudarnos a saber cómo ahorrar, podemos instalar un monitor de energía (los hay a partir de 40 euros) y un eliminador de ‘stand by’ (desde 14 euros). Esto también nos permitirá acabar con los consumos ocultos. También es importante huir de las facturas estimativas, podemos estar pagando sin usar esa energía. Ante cualquier duda, hay que reclamar a la compañía.
A) Ahorrar en las luces
Puede sonar obvio, pero es muy importante apagar las luces cada vez que salgamos de una habitación, esos olvidos terminan encareciendo mucho nuestra factura.
Hoy en día ya es posible aportar por las luces LED (Diodos emisores de luz), aunque son más caras que las bombillas de bajo consumo, tienen una vida útil muy superior, su consumo es mucho menor y además son mucho más respetuosas con el medio ambiente, ya que no tienen mercurio entre sus componentes..
También podemos utilizar tubos fluorescentes. También son más caros, pero consumen seis veces menos y duran entre ocho y diez veces más que los focos convencionales. Por otra parte, podemos instalar detectores de presencia en las estancias de menos uso, así nos aseguraremos que sólo estén en funcionamiento cuando haya alguien en la habitación.
Recuerda que las bombillas de bajo consumo gastan un 80% menos que las incandescentes, ya prohibidas por la Unión Europea.
B) Trucos de ahorro para tus electrodomésticos
Cambia tus electrodomésticos: Si ha llegado la hora de cambiar algún electrodoméstico, apuesta por uno de alta eficiencia energética. En el momento de la compra pueden ser más caros, pero en su vida útil te ayudarán a ahorrar hasta 1000 euros ya que un A+++ consume un 80% menos que uno de clase D, según la Agencia Andaluza de la Energía.
Ya lo hemos comentado antes, si no utilizas un electrodoméstico, no lo tengas en ‘stand-by’ porque puede llegar a gastar un 5% del total del consumo de electricidad. Una buena opción es tener varios aparatos enchufados a una regleta con interruptor en la que se pueda cortar la corriente.
A continuación, explicamos una serie de trucos para sacar el mejor partido a nuestros electrodomésticos:
Trucos para ahorrar en el frigorífico
Debemos tener cuidado con la temperatura, la óptima es 5 grados para el frigorífico y -18 grados para el congelador. Además, hay que descongelarlo periódicamente para evitar la creación de una capa de hielo, limpiar la parte trasera al menos una vez al año y hay que evitar tener la puerta abierta más tiempo del necesario o abrirlo varias veces seguidas. Por último, no hay que introducir alimentos calientes, es un gasto innecesario de energía.
Por último, nos gustaría destapar algunos mitos tradicionalmente asociados con el ahorro en electricidad.
- En primer lugar, no se ahorra más lavando los platos a mano que con el lavavajillas. De hecho, se gasta un 10% menos de energía con el uso del lavavajillas y se utilizan 30 litros menos de agua al día, por lo que también es más ecológico.
- La vitrocerámica consume cuatro veces más que una cocina de gas. Pero si apostaste por esta cocina, puedes sacarle partido a su fácil limpieza, disponer de más tiempo libre también es una forma de ahorrar.
- Y en cuanto a la calefacción, un estudio de la Universidad de Zaragoza ha demostrado que si bajamos la temperatura a 16ºC durante la noche y aprovechamos el calor residual, ahorraríamos un 13%. Si la apagáramos, el ahorro sería mucho mayor pues cada grado de más supone un incremento de un 7% del consumo.
- Por otra parte, el buen aislamiento de nuestras ventanas es una forma óptima de ahorrar, el calor o el frío que se escapan por ellas supone de un 25% a un 30% del consumo. Cambiar las ventanas por unas de doble cristal o doble ventana pueden reducir hasta en un 50% ese gasto.
El bono social
El bono social se creó en 2009 para paliar en los colectivos vulnerables la entrada en vigor de la TUR (Tarifa de Último Recurso) el 1 de julio de ese año. Los beneficiarios de este bono social gozan de un descuento del 25% sobre el PVPC (Precio voluntario del pequeño consumidor). Pueden pedirlo los siguientes colectivos:
Los consumidores con potencia contratada menor a 3KW en su vivienda habitual
Los consumidores con potencia contratada menor a 3KW en su vivienda habitual. En este caso la comercializadora de último recurso comenzó a aplicar el bono social de forma automática desde el 1 de julio de 2009.
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