- ¿No consigue ahorrar nada y conoce a personas con un poder adquisitivo similar al suyo que sí lo hacen?
- Hay una respuesta simple, si su vecino es capaz de ahorrar y usted no es porque él tiene mejores hábitos de ahorro.
- Vamos a mostrarle la base fundamental de esos hábitos de ahorro que, probablemente, su vecino tenga y usted aún no pone en práctica.
Cultura financiera más alta
La educación financiera en nuestro país es cero en lo que a sistema educativo se refiere. Resulta cuando menos curioso que algo tan básico como aprender a manejar las finanzas personales no se incorpore en los planes educativos, pero así es.
Esto nos convierte en unos adultos con muy poca preparación financiera. Sin embargo, afortunadamente, la llegada de las nuevas tecnologías nos permite cada vez ser capaces de acceder a un mayor volumen de información y conocimientos. Aumentar un poco nuestro nivel de cultura financiera es básico. (En un post reciente hablamos de educación financiera básica)
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Desde descubrir cómo funcionan nuestros productos financieros hasta ser capaces de distinguir el comportamiento básico de los intereses, de los mercados, etc, son cuestiones qué, aplicadas a nuestro día a día nos harán mejorar mucho la gestión de nuestras finanzas personales.
El control de los gastos e ingresos es básico
Una gran mayoría de hogares en nuestro país no posee un modelo de gestión de las finanzas domésticas basado en la elaboración de un plan o presupuesto.
Del mismo modo que nos resulta impensable, por ejemplo, la gestión interna de una empresa sin un plan económico, debiera resultarnos igualmente impensable no gestionar nuestra economía sin este tipo de planes o presupuestos. Pero desafortunadamente en la mayoría de casos así lo hacemos.
Esto no significa que no prestemos atención a nuestros gastos y que, generalmente de cabeza como se suele decir, tracemos líneas maestras de gestión. Pero, esta gestión acaba respondiendo casi siempre a impulsos o se convierte en un modelo económico de respuesta inmediata, donde resulta muy difícil plantearse el ahorro.
Elaborar un buen presupuesto, controlar nuestros gastos e ingresos y saber qué dinero podemos destinar al ahorro a partir de racionalizar nuestras finanzas personales es básico.
Aquí te damos las claves para crear tu presupuesto desde cero:
Mejora tu percepción del dinero
Es evidente que existen tantas percepciones del dinero como personas, pero podemos distinguir algunos grandes grupos en los que, además, el tipo de percepción influye mucho a la hora de ahorrar.
Por ejemplo, quienes perciben el dinero exclusivamente como un vehículo de transmisión para las compras o la satisfacción tienden a mostrarse menos racionales en el gasto, y a asumir mayor volumen de deuda que otros perfiles.
En el otro extremo quienes perciben el dinero como una herramienta útil son capaces de utilizar sus recursos económicos para obtener beneficios, y por tanto más proclives al ahorro.
Da valor al dinero en su justa medida
Esta es otra cuestión relevante que, además, debiera estar presente en la educación de los niños desde muy pequeños. Los años de bonanza económica han traído una distorsión muy notable de la percepción del valor del dinero en relación al esfuerzo que cuesta conseguirlo.
Retomar esta percepción, y hacer visible la relación esfuerzo/ingresos, hará que tomemos mucha más conciencia del gasto a todos los niveles. De este modo, por ejemplo, valoramos el gasto en ocio de manera muy notable pero entendemos también el valor del ahorro y la ausencia de endeudamiento.
Esperamos que hayamos podido ayudarle con estos pequeños consejos 🙂
Fuente: La jubilación como tú quieras
