Cómo reducir plazo en préstamos y ahorrar

  • Al hablar de créditos, lo que más nos suele interesar es el precio.
  • Aspectos como los intereses, las comisiones o los productos vinculados asaltan nuestras cabezas al comparar.
  • No obstante, hay un factor que a veces no valoramos tanto y que es clave porque puede determinar en gran medida el coste de nuestros créditos: el plazo.

reducir plazo en préstamos

Del mismo modo que existen actualmente varios tipos de préstamos personales, los plazos para también son diferentes en función de cada producto.

Por ejemplo, en los minicréditos será de un máximo de 30 días, mientras que si optamos por préstamos bancarios, pagaremos cuotas durante un plazo que puede ser de hasta 8 o 10 años.

Sin embargo, tenemos que saber que hay recursos que podemos emplear para reducir plazo en préstamos y ahorrar.

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Reembolso anticipado gratuito

Consiste en que pagamos antes de tiempo y, por lo tanto, acabamos con la vida del préstamo con anterioridad a lo que habíamos establecido en el contrato. De esta forma reducimos el plazo abonando los honorarios y el capital que nos queda pendiente antes de tiempo.

En muchos créditos convencionales, los bancos penalizarán el reembolso anticipado con una comisión regulada por ley (no puede superar el 1 % del importe amortizado si queda un año o más y el 0,5 % si queda menos de un año). La entidades argumentan que pierden una rentabilidad con la que contaban cuando se pactó el plazo del préstamo.


Con los préstamos hipotecarios suele ocurrir exactamente lo mismo, aunque también están regulados por ley (0,50 % del capital amortizado durante los primeros 5 años y 0,25 % a partir del sexto año).

Sin embargo, con los minicréditos hay muchas compañías que nos ofrecen la amortización anticipada del crédito gratis. Algunos prestamistas de créditos rápidos de mayor importe también permiten esta variación del plazo a sus clientes e, incluso, con algunos bancos también podremos ahorrar con el reembolso anticipado gratuito.

La figura de la carenciaBanner 160x600

Con este segundo recurso la entidad en cuestión nos permite no pagar durante un tiempo concreto. Es lo que llamamos carencia y puede ser de capital o total:

  • De capital: en un espacio de tiempo determinado, tan solo tendremos que abonar los intereses de cada cuota, dejando para más adelante el pago del capital correspondiente a dicho periodo.
  • Total: no pagaremos ni el capital ni los intereses de las cuotas durante un plazo de tiempo concreto. Sin embargo, más adelante abonaremos el capital más los intereses que se hayan devengado durante la carencia.

Esta figura es más propia de los créditos bancarios para estudiantes, ya que es una buena opción si como clientes sabemos o creemos que durante un tiempo no vamos a tener suficiente liquidez para pagar las cuotas. Estas serán más y, por lo tanto, el plazo se alargará.

También es habitual encontrarnos con la carencia en las hipotecas.

Extensión o prórrogas de plazos

Con las prórrogas, antes de caer en un impago porque el plazo va a concluir, podemos alargar la vida de mismo. Estas extensiones, tan socorridas en muchos casos, son habituales en créditos rápidos y minicréditos y son ofrecidas como una ventaja dentro del sector.

Así como con la mayoría de entidades de capital privado, suelen ir prestablecidas por contrato, en los préstamos personales bancarios e hipotecas son menos comunes y suelen conllevar negociaciones la entidad.

Refinanciar los créditos

Si queremos alargar la vida de nuestros créditos, otra posibilidad es ejecutar una refinanciación, mediante la que podemos sustituir un préstamo por otro. La razón de hacer esta maniobra es que mejoramos del crédito y, además, podemos también ampliar el capital.

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La refinanciación es una opción más propia de los créditos bancarios e hipotecarios que de los minicréditos.

Modificación de las cuotas

Una última vía que tenemos es modificar las cuotas del plazo, reduciendo el importe a pagar en cada una de ellas. Habitualmente el banco permite añadir más cuotas y nos cobrará una comisión por ello. A más cuotas tenga el crédito, más largo será el plazo y más intereses pagaremos.

No obstante, para reducir el número de cuotas podemos encontrarnos con más trabas por parte de la entidad.

A modo de conclusión, debemos ser conscientes de la relevancia de los cambios en el precio final del préstamo y por eso tenemos que darles la importancia que tienen en el coste total del crédito. Como vemos, conocer y manejar conceptos como estos puede ahorrarnos mucho dinero y tiempo pagando de más.

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